Preparación de la mochila

Cuando nos enfrentamos a la aventura de viajar en avión con bebés, la mochila es nuestra mejor aliada. Es importante llevar juguetes, snacks, y agua suficientes para el viaje. Nosotros solemos llevar algún potito, fruta cortada, pan… No te olvides también de incluir algunos pañales y muda de cambio, que nunca se sabe…😅Asegúrate de llevar algunos de sus juguetes favoritos para entretenerlos, pero también es una buena idea incluir uno o dos juguetes nuevos que puedan sorprenderles y mantener su interés durante el vuelo. Los libros de pegatinas y para colorear con agua en nuestro caso triunfan. Aquí te dejamos algunos de nuestros favoritos.

Cochecito o porteo

Nosotros, normalmente, preferimos el porteo, especialmente en viajes cortos o destinos donde el terreno no es adecuado para un cochecito. Sin embargo, la elección entre llevar un cochecito o portear depende mucho del destino y del tipo de viaje que vayas a hacer. Eso si, el porteo lo llevamos siempre, ya que nos resulta más cómodo para moverte por el aeropuerto e incluso pasar los controles de seguridad. (No es que puedas pasar con el porteo por el control, tienes que quitartelo todo, pero siempre será más fácil pasar el porteo que el carrito.) Considera las ventajas y desventajas de cada opción y elige la que mejor se adapte a tus necesidades y las de tu bebé, o bebés, como es nuestro caso.

En el aeropuerto

Al pasar los controles de seguridad, es importante tener en cuenta las restricciones de líquidos y asegurarse de que todos los artículos de la mochila estén bien organizados y accesibles. Pero con bebés dejan pasar todo lo necesario para ellos, leche, agua, purés, potitos…

Si llevas un cochecito, ten en cuenta que deberás plegarlo y colocarlo en la cinta (normalmente de ‘equipaje especial’) pero también puedes llevarlo hasta la puerta del avión y plegarlo allí para que lo lleven a la bodega. Ahora también hay gran variedad de cochecito que caben en cabina, como los Yoyo, los que tenemos nosotros. También es aconsejable llevar un portabebés en el aeropuerto para tener las manos libres y facilitar el tránsito por el control de seguridad y la terminal como contábamos en el punto anterior.

El vuelo

Para que el tiempo de vuelo sea lo más cómodo posible, nosotros intentamos cuadrar la hora de la siesta con las horas de vuelo. Esto facilitará que duerman durante el trayecto y hagan el viaje más ameno. Además, no dudes en pedir ayuda a la tripulación de cabina si necesitas algo. Nosotros intentamos que los vuelos sean directos para ahorrarnos el momento drama y estrés de las escalas, pero no siempre es posible sobre todo si el destino es lejano. 

Despegue y aterrizaje

Durante el despegue y aterrizaje, la presión en los oídos de los bebés puede causar molestias. Para evitarlo, dar el pecho, el biberón o el chupete a tu bebé ayuda mucho a que sus oídos se ajusten a la presión y evitará posibles dolores durante estas fases del vuelo. 

Viajar en avión con bebés puede ser una experiencia estresante, no te vamos a mentir, tenemos miedo las primeras veces y es normal, pero con una buena planificación, puedes transformar ese temor en una aventura emocionante y divertida. Además, no olvides que cada viaje es una oportunidad para crear recuerdos inolvidables en familia y que los bebés y niños se adaptan a las situaciones mejor de lo que pensamos.

Recuerda también que no estás solo en esta aventura. Siempre puedes buscar el apoyo y la solidaridad de otros padres que también viajan con sus pequeños, ya sea en el avión o en las redes sociales.  Te dejamos aquí nuestro viaje a Islandia con nuestros bebés por si te gusta el destino, que ya te decimos de antemano que es ideal para ir con peques.